jueves, 26 de julio de 2012

La fiesta sin fin (Oneshot)


  Aclaración:
Este es un fic (one-shot) corto en honor al aniversario del natalicio (#LikeASir) de nuestra maravillosa Cassandra "Cassie" Clare**.
Lo hice yo y espero que sea de su agrado (:
Y así sin más, que comience el fic~
¡Gracias por leer! 
**Los personajes le pertenecen a ella y nada más que ella. Yo no los inventé, solo los usé para crear una historia en su honor. 
Hecho por fan y para fans.

Oneshot:  La fiesta sin fin


         Un joven de cabello negro y relampagueantes ojos azules entró en la habitación. Sus marcas se veían como finos hilos que lo embellecían más de lo que ya era por cuenta propia. Sus cicatrices eran prueba de su valentía, logros y quizás, aunque no lo admitiera algunos errores. 
         Al cerrarla puerta oyó un chasquido en la cerradura. Will miró a Magnus que con magia la había cerrado. El mago de ojos gatunos le sonrió pícaramente y se excuso diciendo: 
         “Es por si acaso… No quiero que ella nos interrumpa” él rió y pudo percibir un par de ojos que lo veían desde atrás. Tragó saliva en seco y sonrió como si nunca hubiera pasado nada. De hecho, no había pasado nada.
         El Herondale lo fulminó con la mirada y se alejó justo a tiempo, ya que otro chico -de cabellos negros y ojos zafiro- enroscaba sus brazos como una serpiente en el cuello de Magnus. 
         “Deja de coquetear, mientras que yo trabajo… ¿Sí?” dijo Alec mientras continuaba abrazando de espalda a su novio y apretaba levemente los músculos de este. 
         Para ese entonces Will había inspeccionado la habitación donde se encontraban. Era un gran salón con amplias ventanas de vidrio y cortinas de seda blanca.
         Un joven con bastón y cabello plateado como la luna se acercó a Will. 
         “¿Y? ¿Pudiste distraerla?” le preguntó mientras que atrás suyo una muchacha, que tenía puesto un vestido color uva decorado con moños dejaba de acomodar los manteles de las tantas mesas, se frenaba para oír la respuesta del otro. A su vez un chica de cabellos dorado, que ayudaba amablemente a Tessa amablemente, también se frenó para escuchar. 
         “Por supuesto…” empezó diciendo William “Fue muy fácil. Le dije que había conseguido un forma de acabar con los patos y ella no se negó a ayudar”
         “Oh… ¡Vamos! Eso es tan idiota…” dijo Isabelle fastidiada. Ella ya estaba vestida para la fiesta. Un largo vestido rojo de satén, su látigo enrollado en su brazo, el cabello suelto con pequeña ondas en las puntas. Llevaba un poco de maquillaje que la hacía ver levemente mayor de lo que era. “Mi idea de dormirla era más coherente”
         Magnus se subió a una silla y elevó la voz. Todos se giraron a mirarlo. Desde Kaelie a Sebastian. Desde Clary a Jordan. Desde Maia a… bueno… Todos.
         “Bueno, ya basta. Tienen media hora para arreglarse yo terminaré de preparar esto en un abrir y cerrar de ojos” 

((Treinta y cinco minutos después))

         El salón había cambiado. Ahora las paredes eran de un naranja brillante y las cortinas eran negras de saten; estaban corridas y dejaban ver la luna blanca y radiante a través del cristal. Las luces principales estaban apagadas. En los alfeizares había luces navideñas tintineantes, y una bola de boliche que giraba despacio, siguiendo el ritmo de la “música de ascensor” que se oía de fondo. 
         “¿Fueron Clary y Jace por ella?” preguntó Jocelyn algo intrigada. Tenía una camisa verde agua y un pantalón de vestir verde bosque.
         “Sí, al parecer el plan de Will funcionó, y ella se quedó leyendo esa pila de libros sobre patos inteligentes” dijo Simon mientras que se acomodaba el saco de un traje, que quién sabe donde estarían los pantalones a juego. Él llevaba unos jeans, zapatillas, una remera gris con una frase que decía “The vampires DON‘T sparkle”
         “Siempre funcionan mis planes, Mundi. ¡Oh! Cierto… ahora eres una Day… Day… Vampiro.” dijo Will sonriente y miró a Simon. Jem que estaba cerca, luciendo un hermoso y moderno smoking de tela brillante  se acercó a su parabatai y murmuró con su apacible y dulce voz. 
         “Es el  Daylighter, Will.”
         “Así es… Ey… ¿Te vistió Magnus acaso?” comentó Simon ya que pensaba que en 18... no era muy usual que la gente utilizara purpurina sobre la tela de sus vestiduras.
         “Eh.. Sí. Dijo que se me veía bien y a Tessa le gustó como me quedó” 
         “Oh… ya veo…” y se fue sin decir mucho más hasta la gran barra a pedir un batido de sangre mezclada chocolate y crema. Allí vio a una chica rubia de ojos azules hermosa. Llevaba un vestido negro despampanante, las cicatrices la delataban como cazadora. “¿Y ella?” Sí. Simon había pensado en voz alta. 
         Un chico de cabello castaño y ojos verdes azulado que estaba atrás  de Simon regañando a unos niños que al parecer se portaban mal se dio vuelta y rió por lo bajo. Apoyó una mano en el hombro izquierdo de Simon y le sonrió. “Es Emma Cart…” 
         No pudo terminar de hablar porque la muchacha no era idiota y se dio cuenta que la miraban. Ella habló en un gruñido “Jules deja a tus hermanos y ese vampiro en paz y ven para aquí ya mismo”.          
         El chico que se llamaba, al parecer, Jules suspiró y le hizo un gesto a sus hermanos. Los niños fruncieron sus rostros y se alejaron perdiéndose en la multitud. 
         “Shhh” un siseo se extendió por las cabezas de todos los presentes. Era la voz del hermano Zacharias. “Atentos que ya vienen. Todos a sus puestos” 
         Hubo una pequeña revolución en el salón de fiestas. Todos los presentes se dirigieron haciendo el menor ruido que les era posible. Sebastian se alejó lo más posible de Izzy, y se quedó junto a Camille. Alec estaba con Magnus. Tessa estaba con Jem, aunque de reojo miraba a Will que hablaba con Cecily. Charlotte acariciaba maternalmente al niño que llevaba en barriga mientras que Henry estaba casi arrodillado hablándole a su hijo o hija sobre lo que estaba ocurriendo en ese momento.
Pasos resonaron en el pasillo y se oyeron risas. Se pudo oír que una mujer decía: “¿Qué es lo que me querían mostrar?” 
         “Espera… Faltan exactamente tres segundos” nadie podía verlo, pero todos supieron que sonreía.
         “Tres…”  dijo siguiendo el tiempo “dos, y…. ¡uno!” terminó Jace él conteo.
         Clary se adelantó y abrió las puertas dobles. La mujer pasó con cuidado, estaba todo oscuro dentro del salón. Ella se veía hermosa, radiante, inteligente y elegante como siempre. Sonreía divertida. Quizás ya se había dado cuenta del plan de los chicos, sus chicos.
         Poco a poco la luz mágica de algunas lámparas se fue encendiendo y un halo claro inundó la sala. Cuando esto sucedió todos, inclusive Jace y Clary gritaron:

“FELIZ CUMPLEAÑOS CASSI”

         Y acto seguido, la fiesta sin fin, comenzó….

2 comentarios:

  1. Hola soy Celeste del blog Un viaje en papel.. te escribo para invitarte a participar (si te interesa) de un sorteo que pusimos en marcha varias bloggeras argentinas..
    Si participas, mucha suerte!

    http://unviajeenpapel.blogspot.com.ar/2013/10/sorteo-conjunto-comunidad-blogger.html

    ResponderEliminar
  2. TU BLOG FUE NOMINADO EN MI BLOG ! FELICITACIONES
    http://unachicamasyunlibrocomoninguno.blogspot.com.ar/2014/02/nominaciones-para-el-liebster-award.html

    ResponderEliminar

¡Saca tu pluma y mójala en el tintero para escribir!